Crónica, la ciudad de la desventaja

    Esta historia viene rodando hace tiempo y aunque tiene una trama desgarradora, puede detenerse. Ponerla en escena es el primer gran paso en la lucha por erradicarla.
     
     

    ¿Qué pasaría si todas las personas que sufren o han sido impactadas por la desnutrición crónica vivieran en una sola ciudad?


    Así nació “Crónica, la ciudad de la desventaja”, una apuesta que alimenta el sueño por una nación equitativa y próspera, partiendo del reconocimiento y la identificación de una condición tan grave como evitable.

    Imaginen a cerca de 500 mil niños y niñas que desde el inicio están en desventaja. Pasan los dos primeros años sumando días pero sin crecer; transcurren las noches sin descansar y los días sin jugar. Les falta alimento en el cuerpo, además de agua segura y saneamiento básico. Y no reciben muchos abrazos, entonces tampoco los saben dar. No escuchan palabras tranquilizadoras, luego, no saben cómo pronunciarlas. Les faltan sonrisas, así que su rostro muestra esta ausencia también. Les falta alimento para el alma.  No es fácil que se concentren en un salón de clases, si es que alguien los lleva a alguno. Les falta alimento para la mente.

    Con hambre, sin haber recibido los alimentos en cantidad y calidad adecuada y  sin condiciones de higiene y salubridad, el cerebro no crece como podría en los 1.000 primeros días de vida (desde la gestación hasta los dos años) y el potencial de las capacidades humanas se desaprovecha por completo. Pasados los cinco años, su estado nutricional les cobrará factura el resto de su existencia porque la oportunidad del desarrollo óptimo pasó. Así que siguen por la vida con un rezago muy difícil de remediar. Cuando eran niños vulnerables parecían invisibles, pero lo tristemente notorio llega en la edad adulta

    Existe evidencia científica sobre estas desventajas que afectan a quienes han padecido desnutrición crónica. Un estudio realizado en Brasil durante varios años, mostró que los niños que tuvieron retraso en talla en los primeros años, tuvieron un coeficiente intelectual 14.6 puntos menores con respecto a los que no tuvieron el retraso en talla. El mismo estudio mostró 5 años en promedio menos de escolaridad y 54% menos de ingresos en aquellos adultos que de niños tuvieron desnutrición crónica.

     

    La esperanza es que esta realidad se puede transformar.

    Les invito a seguir la serie “Crónica, la ciudad de la desventaja”, desde el 3 de marzo en www.laciudaddeladesventaja.com.  Es una creación metafórica, que hace visible en un solo espacio ficticio la crítica y real situación de la primera infancia colombiana “escondida” en todo nuestro territorio. Crónica muestra los cuatro aspectos clave de la problemática general: lactancia materna, alimentación en el inicio de la vida, cuidado y crianza –nutrición para el alma- y agua potable.

    Sabemos pues cómo acabar con la mala de esta película. Una villana temible, invisible pero NO invencible. Se debilita y hasta desaparece si a los niñas y niñas los rodeamos oportunamente con lo esencial.

    Sociedad, estado y familia unidos, son la mejor barrera para erradicar este mal silencioso.

    Intervenir a tiempo permite encontrar un desenlace feliz.

    Gonzalo Restrepo, Presidente Junta Directiva Fundación Éxito

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