¿Y cómo va Colombia con sus menores?

    La prevalencia de desnutrición crónica para menores de 5 años para el año 2022 fue de 13,8%.

    Una de tantas virtudes que tenemos los colombianos es la cordialidad. No es un misterio que cuando alguien, nacional o extranjero, necesita algo, siempre habrá una voz amable que lo guiará. Incluso, una de las frases más cotidianas en nosotros es preguntar ¿cómo estás? y ¿cómo vas? para saber del otro y conocer un poco más de los que nos importan.

     

     

    Precisamente, la expresión ‘¿cómo vamos?’ es hoy una de las más escuchadas en Colombia, dada la casualidad de que al fin de este año se da el cambio de los gobiernos locales y regionales. Es por eso que desde varios frentes ciudadanos se les ha acompañado con un ejercicio riguroso para saber cómo avanzan los diferentes temas en las principales ciudades del país. Ese ejercicio se le ha dado el nombre de: Cómo Vamos Medellín, Bogotá, Cali, etc.

     

    Así pues, los Cómo Vamos son observatorios ciudadanos que recolectan, analizan y divulgan datos relacionados con la calidad de la vida y la percepción que tienen los habitantes de múltiples ciudades en el país con respecto a cómo va su comunidad en temas de seguridad, movilidad, empleo, salud, primera infancia, nutrición, entre otros.

    En lo que atañe a primera infancia, nutrición y salud, es importante destacar que la Fundación Éxito apoya estos observatorios ciudadanos en varias ciudades, de la mano de diferentes entidades locales y regionales, para hacer seguimiento a los indicadores mencionados de la población materno infantil.

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    Les cuento un poco de los resultados.

     


    Empecemos con la capital, Bogotá. La prevalencia de desnutrición crónica para menores de cinco años para el año 2022 fue del 13,8 %. Esta cifra es superior al promedio nacional (10,8 %) y, si bien el comportamiento del indicador había mostrado una tendencia a la baja durante los últimos años, a partir de 2020 su evolución se hace errática y aumenta de manera significativa entre 2021 (11 %) y 2022 (13,8 %).

     

    Aunque el Plan Decenal de Salud 2022-2031 se propone mantener el indicador de bajo peso al nacer en una cifra inferior al 10 % para todo el territorio nacional, en Bogotá, en ningún periodo durante la última década el indicador ha registrado una cifra de menos de dos dígitos. Para el 2022 esta se ubica en el 15,2 %.

    En Cali, la prevalencia de desnutrición crónica ha aumentado de manera constante durante los últimos años, partiendo del 7 % en 2019 hasta llegar a un 13,5 % en 2022. Esta es la cifra más alta registrada en los últimos siete años.

    El bajo peso al nacer también ha aumentado de manera significativa durante el último cuatrienio en la Sultana del Valle. En 2019, la prevalencia de niños que nacían con un peso menor a los 2.500 gramos en la ciudad era de 8,7 %, mientras que en 2022 esta cifra alcanza el 10,2 %. Y si bien este porcentaje es menor al que se registró durante 2021 (10,6 %), el dato para 2022 sigue siendo mayor a las cifras de 2019 (8,7 %) y 2020 (9,3 %).

    En Barranquilla, el porcentaje de bajo peso al nacer para la ciudad se ha mantenido levemente por debajo del promedio nacional durante los últimos años. Entre 2018 y 2021, el indicador presenta un aumento leve pero sostenido, pasando del 8,5 % al inicio de este periodo hasta el 9,6 % en el último año y ubicándose tan solo una décima por debajo del promedio nacional (9,7 %).

    Por último, en Medellín, a la fecha se cuenta con los datos de la veeduría ciudadana ‘Todos por Medellín’, que en su informe más reciente nos muestra que la desnutrición crónica en menores de cinco años en la ciudad pasó del 7,6 % en 2019 al 9,8 % en junio 2023. Esto, a pesar de que la promesa inicial del plan de desarrollo de Medellín era reducir dicha cifra en tres puntos porcentuales para pasar del 7,6 % al 4,6 %, lo cual, de forma evidente, no se ha logrado hasta ahora.

    El indicador de bajo peso al nacer no se incluyó como meta en el actual plan de desarrollo para Medellín, aunque la veeduría ciudadana ha hecho seguimiento al mismo debido a su importancia como predictor de salud de los niños y las niñas. Se evidencia que en los últimos años se ha presentado un aumento en la ciudad de un punto porcentual en la proporción de bajo peso al nacer, pasando del 10,1 % en 2019 al 11,1 % en 2022.

     


    Entonces: ¿Cómo vamos?, pues ¡no muy bien y es grave!

     

    Pero aún hay fe y esperanza. Empiezan nuevos mandatarios en estas y muchas otras ciudades, que se han impuesto como un reto prioritario mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos y en especial de las niñas y niños en primera infancia.

    En esta ocasión, debemos creer y apostar por mejorar los índices de desnutrición crónica y aguda, así como el bajo peso al nacer de nuestros niños y niñas.

    El llamado es claro y preciso, necesitamos acciones y planes de desarrollo en los cuales la salud y la nutrición maternoinfantil sean prioridad. No olvidemos que en ellos, nuestras niñas y niños, están el presente y el futuro de la patria.

     

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    Por Gonzalo Restrepo López, presidente de la Junta Fundación Éxito

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