Ganemos la materia gris

    La nutrición tiene relación directa con la cognición, y ambas inciden en que un individuo sea productivo, tanto para su progreso personal, como para el del entorno que lo rodea.

    Hace un par de semanas tuve la oportunidad de asistir a una conferencia que hablaba de la capacidad, la nutrición y el potencial. Y justamente la posibilidad de aumentar la capacidad humana fue uno de los mensajes que nos dejó el doctor Harold Alderman, durante su reciente visita a Colombia.


    Este experto norteamericano, con magister en nutrición y PnD en economía, hizo parte del Banco Mundial y del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias –IFPRI siglas en inglés-.Tiene, además, mucha experiencia para describir la relación entre sus dos especialidades: la nutrición y la economía. Con el doctor Alderman recorrimos varias investigaciones, en diferentes lugares del mundo, que han constatado los efectos de la malnutrición en la vida, la salud y la economía de las personas y de los países. Pero sobre todo, nos detuvimos en entender cómo reducir la malnutrición puede incrementar la productividad, al aumentar la capacidad de una persona.

    Se trata de lograr que los seres humanos puedan desarrollar su cerebro y en especial su capacidad cognitiva: el lenguaje, la toma de decisiones, la capacidad de inferir, de identificar y de analizar, la capacidad de expresar sentimientos, de relacionarse, entre muchos otras. Subraya Alderman que esta capacidad, más que el número de años que asistimos al colegio o a la universidad, se puede potenciar combinando alimentos y estimulación. 

    Es así de simple. La nutrición tiene relación directa con la cognición, y ambas inciden en que un individuo sea productivo, tanto para su progreso personal, como para el del entorno que lo rodea. Luego, si este individuo tiene hijos, ellos tendrán menos probabilidad de sufrir malnutrición, puesto que tiene más recursos para su calidad de vida y porque va a saber cómo cuidar a su familia. El lado opuesto es que sin nutrición no hay cognición, y sin ambas el desarrollo de un individuo se reduce. Y a su sus hijos les pasará igual. Por eso sostiene el doctor Alderman, que la pobreza se reproduce a través de la desnutrición.  

     

    La claridad del doctor Alderman contrasta con los rodeos que tantos países, incluido Colombia, le dan a la urgencia de cerrar brechas y reducir la desigualdad, priorizando la intervención en la niñez vulnerable. El impacto que la malnutrición tiene en el desarrollo humano debe verse más por los réditos que representan en una sociedad con más seres humanos capaces e inteligentes. 

    Creo que las casi 400 personas que escucharon conmigo al doctor Harold Alderman sintieron también alivio al constatar que insistir en la nutrición infantil tiene mucho sentido. Varios fueron gestores y partícipes de las iniciativas premiadas en el 16° Premio por la Nutrición Infantil que entrega la Fundación Éxito, justo después de la conferencia. Fue grato saber de personas que individualmente o como parte de municipios, hospitales, instituciones privadas, medios de comunicación, universidades, dedican tiempo, recursos y aprovechan su capacidad para idear proyectos e ingeniarse formas efectivas de mejorar las condiciones nutricionales de la niñez que está en riesgo de no poder descubrir su potencial. Cada proyecto premiado es una respuesta acertada para que más niños ganen esa materia. Sigamos, porque tiene razón el doctor Alderman al decir que el impacto económico de la nutrición en el inicio de la vida no va a ocurrir automáticamente.

     

    Gonzalo Restrepo, Presidente Junta Directiva Fundación Éxito

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