Tenemos Plan

    18 congresistas marcaron la diferencia a favor de los derechos de los niños y las niñas en el PND.

    ¿Quién no se ha imaginado cómo alcanzar grandes logros? Todos. O bueno, eso me gustaría creer. Y es que esta pregunta por lo general se responde con una contundente frase: ¡para ello es claro, tengo que hacer un plan! Esta afirmación es un común denominador en la cotidianidad de las cosas, la vida, familia, trabajo, hobbies, salud, entre otras cosas.

    Plan. Una palabra con mucho peso que bien ejecutada puede ser ganadora, pero que mal desarrollada puede ser la pérdida de una gran oportunidad. Y es eso precisamente lo que me motiva a escribir estas líneas, la importancia del primer camino. En Colombia ¡Tenemos Plan! Uno puede estar de acuerdo o no con uno o muchos de sus elementos, pero lo cierto es que lo tenemos, está aprobado y esto es ya una gran ganancia. Es el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2022 – 2026 ¡esta es una noticia positiva!

     

    El PND de un país contiene la visión de este en el plazo de duración del ejecutivo y la forma cómo un gobierno quiere materializar los cambios. El recién aprobado Plan Nacional de Desarrollo en Colombia se enfoca en que el país “sea potencia mundial de la vida y logre fundar las bases para que el mismo se convierta en un líder en su protección desde muchos ángulos”. Esto, de acuerdo al Gobierno Nacional, se hará bajo 5 ejes de transformación (a) Ordenamiento del territorio alrededor del agua, (b) Seguridad humana y justicia social, (c) Derecho humano a la alimentación, (d) Internacionalización, economía productiva para la vida y acción climática, y (e) Convergencia regional.

    De esos 5, quisiera concentrarme en el que considero que tiene mayor impacto en nuestra formación como una nación fuerte y en sí, en el que debería ser el bien más preciado para todos en el país: el derecho humano a la alimentación. ¿Por qué? Porque al impactar como lo hace a la niñez y a su entorno familiar es la gran plataforma en la que se basa el desarrollo de las actuales y nuevas generaciones de Colombia.

    Dos metas marcan el derrotero de lo que se quiere lograr con este eje y las dos están directamente conectadas con el bienestar de la niñez: primero, lograr que la tasa de mortalidad por desnutrición en menores de 5 años pase de 8 a 3,37 por cada 100.000 menores de cinco años y segundo, que se reduzca la razón de mortalidad materna a 42 días (por cada 100.000 nacidos vivos) de 83,2 a 32.

    Y ¿cómo lograrlo? El gobierno ha dispuesto en el plan una serie de medidas.

    Empecemos por el Sistema Nacional para la Garantía Progresiva del Derecho a la Alimentación. Tendrá el desafío de articular y coordinar a todos quienes intervienen en la Garantía Progresiva del Derecho Humano a la Alimentación. “Todos” es una palabra apropiada, porque realmente es a “todos” que nos corresponde trabajar por el logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) #2 – Hambre Cero.

    En segundo lugar, está planteado el Sistema Nacional de Seguimiento y Monitoreo para la Superación de la Malnutrición – SNSM. Un sistema que tanto necesita un país como el nuestro en el que la información oficial sobre la malnutrición más nueva data del año 2015. El reto para el Ministerio de la Igualdad y Equidad será estructurarse de forma eficiente y ordenada lo cual requiere tiempo, un gran esfuerzo y toda nuestra colaboración y apoyo.

    Tercero. Al Programa Hambre Cero le ha sido asignada la inmensa tarea de articular el Sistema Nacional de Seguimiento y Monitoreo para la Superación del Hambre y la Malnutrición, el Plan Decenal de Lactancia Materna y Alimentación Complementaria, y el Programa de Alimentación Escolar (PAE), entre otras grandes apuestas relacionadas con este derecho. Va para este programa, y en general para todas las apuestas contenidas en el PND, un mensaje de apoyo con nuestra oferta de cooperación y de construcción conjunta, pues sabemos la dimensión de la tarea. Desde la sociedad civil estaremos totalmente abiertos y receptivos para aportar todos nuestros esfuerzos y contribuir en la consolidación de tan importantes desafíos.

    Para cerrar, un dato no menor y una pregunta. Se trata de un presupuesto de $47.4 billones para trabajar y ejecutar el pilar del derecho humano a la alimentación. Una cifra generosa, pero que aún no detalla cómo se distribuirá entre los diferentes programas. La pregunta es: ¿Qué presupuesto tendrá en este pilar específicamente la nutrición de la niñez?

    Como colombiano estoy dispuesto a poner mi granito de arena. Hagámoslo todos y sigamos de cerca la ejecución y puesta en operación de todo lo planteado.
    El territorio será el mejor espacio para ver la ejecución y el tiempo dirá qué tanto se avanzó, qué se priorizó y quienes al final participaron. Veremos y esperamos colaborar en cómo se desarrolla lo que, para muchos, es un plan ambicioso que puede ser una gran oportunidad para el presente y futuro de Colombia.

    Posdata: 18 congresistas marcaron la diferencia a favor de los derechos de los niños y las niñas en el PND. A ellos y ellas, GRACIAS por pensar y apoyar a toda costa la infancia del país.

     

    Por Gonzalo Restrepo

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