Se encontró que el componente en nutrición entregado por el ICBF en los hogares infantiles es suficiente para suplir las necesidades nutricionales de los niños y no es necesario un mejoramiento adicional.
Asimismo, que los programas de lectura y formación docente realizados por la Fundación Éxito son significativos para potenciar el desarrollo cognitivo de los niños.
Los resultados son un insumo para fortalecer las políticas públicas y establecer una política de atención a esta población que de verdad impacte y cambie vidas.
“Es muy importante resaltar en esta investigación, la apertura que tuvimos a los datos y la posibilidad de evaluar que nos permitió el ICBF, esto permite hacer seguimiento a las políticas públicas por la primera infancia”, aseguró Germán Jaramillo, director Ejecutivo de la Fundación Éxito.
Desde 2013, la Fundación Éxito, el Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico —CEDE— de la Universidad de los Andes, el Instituto de Estudios Fiscales de Londres y el Banco de la República de Medellín asumieron un reto: llevar a cabo una evaluación de impacto de la cualificación de los hogares infantiles del ICBF y la mejora entregada por la Fundación Éxito que midió componentes como nutrición, desarrollo socio emocional y cognitivo.
Los resultados son significativos: la alimentación suministrada por el ICBF a los niños en estos Hogares Infantiles o Unidades de Servicio cubre sus necesidades nutricionales; sin embargo es importante aún hacer esfuerzos por mejorar el componente socioemocional y por profundizar programas como los de lectura y formación docente que permiten un mayor desarrollo cognitivo de los niños.
En Colombia hay 5.132.760 niños menores de cinco años, de los cuales 3.200.000 — 62.3%— se encuentran en condición de vulnerabilidad, lo que hace necesario contar con una atención en primera infancia que articule nutrición, salud (mental y física) y educación para garantizar su desarrollo futuro y calidad de vida, sobre todo porque en los primeros años se dan los principales desarrollos del ser humano y, en términos económicos, toda inversión en esta etapa es más costo eficiente.
Conocer la efectividad e impacto de los diferentes programas es de suma importancia, más aún, teniendo en cuenta que estos aportan al desarrollo integral y holístico de los niños y niñas del país, por tanto sin duda alguna, estas investigaciones pueden ser el insumo para el fortalecimiento de la política pública tanto en sus desarrollos técnicos como en la inversión de recursos.
Esta evaluación, explica Ximena Peña, economista de la Universidad de los Andes, “es rigurosa y permite saber cuáles son los efectos verdaderos de una intervención y asegurar que están causados por ella y no por otra cosa”.
Durante 18 meses se realizó un estudio para saber los efectos de las mejoras a los servicios de los Hogares Infantiles en Colombia sobre el estado nutricional de los niños y su desarrollo cognitivo y socioemocional.
Se debe entender que los Hogares Infantiles (HI) son una modalidad de atención para la prestación del servicio público de Bienestar Familiar, al que asisten niños menores de 5 años hijos de familias trabajadoras vulnerables o en situación de desplazamiento forzado, entre otras situaciones.
Para la investigación se escogieron aleatoriamente 120 centros de este tipo en ocho ciudades del país, que a su vez se distribuyeron en tres grupos.
El primero, llamado HIM (Hogar Infantil Mejorado) contó con un aporte nutricional que cubrió el 70% del valor calórico de los niños, la presencia de dos profesionales (un nutricionista y un experto en desarrollo socioemocional — psicólogo — por cada 200 niños) y un auxiliar pedagógico no profesional por cada 50 niños.
El segundo, HIM + FE, además de este mejoramiento, contó con una cualificación por parte de la Fundación Éxito que consistió en un mayor aporte nutricional (15% adicional al valor calórico ofrecido en HIM, para alcanzar un cubrimiento del 85% de las necesidades calóricas diarias), un diplomado en primera infancia para los maestros de los hogares infantiles y un programa de lectura para niños, padres y docentes.
Y el tercero, llamado Control, no contó con ninguna de las dos cualificaciones.
El primero tiene que ver con el aspecto nutricional: los niños que asistieron a centros HIM tienen seis veces menos probabilidades de tener sobrepeso con respecto al grupo de control, mientras que los que asistieron a centros mejorados por la Fundación Éxito (HIM+FE) tienen un mayor riesgo de obesidad con respecto a los del grupo HIM y al grupo de control. Es decir, la minuta que entrega el ICBF y que cubre el 70% por ciento de las necesidades nutricionales diarias de los niños es suficiente y agregar un porcentaje adicional puede ser perjudicial para los niños. Es de anotar que esto solo aplica para la modalidad de Hogares Infantiles y no para las otras modalidades de atención del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
El segundo tiene que ver con el desarrollo cognitivo: los niños que asisten a centros HIM+FE presentan mejoras significativas en sus habilidades de lenguaje con respecto al grupo HIM y al grupo de control y mejoras en habilidades de alfabetismo emergente con respecto a HIM. Esto demuestra que las intervenciones que buscan mejorar las rutinas y prácticas en los espacios pedagógicos, como la capacitación de agentes educativos y los talleres de lectura para niños y padres, son muy efectivas para mejorar el desarrollo infantil.
Y el tercero tiene que ver con el desarrollo socioemocional, en el que no se registró ningún efecto de las intervenciones para mejorar este aspecto en los niños. Lo que exige que al contratar nuevos profesionales para los hogares infantiles se deba hacer un proceso de capacitación y lograr una mejor alineación de los perfiles profesionales con el objetivo de prestar un servicio integral.
El gran reto ahora es tomar decisiones para mejorar la atención de los niños menores de 5 años en condición de vulnerabilidad, y esto implica ajustar los programas establecidos e incorporar otros que evidencian su efectividad, como la capacitación docente y el programa de lectura.
Raquel Bernal, docente de la Facultad de Economía de la Universidad de Los Andes e investigadora del proyecto, no duda en afirmar con respecto a este último que “disminuye la brecha entre pobres y ricos en un 18%, lo que es similar a otras estrategias de éxito y costo efectivas de países de la región”.
Finalmente, con satisfacción informamos que hoy el ICBF se encuentra trabajando sobre un plan de acción que permita el mejoramiento de sus programas y, además, los resultados principales de esta investigación se presentaron en la Comisión Intersectorial para la Primera Infancia.
“Valoramos muy positivamente la disposición del ICBF y el apoyo para la realización de este estudio. No es fácil que las instituciones se dejen evaluar, pero en este caso hubo un ejercicio abierto y propositivo. Creemos que este tipo de evaluaciones son indispensables para poder medir las políticas públicas en favor de la primera infancia”, aseguró Germán Jaramillo, director Ejecutivo de la Fundación Éxito.
Desde el ICBF, la Dirección de Primera Infancia en el marco de la estrategia de atención Integral a la Primera Infancia De Cero a Siempre, ha venido implementando estrategias de formación y cualificación de Agentes Educativos, dando respuesta a ésta y otras necesidades que se han evidenciado en el proceso de llevar a la práctica la Estrategia.
María Cristina Rivera
Líder de Comunicaciones Fundación Éxito
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