¿Alguna vez te has emocionado leyendo un libro? Hay cantidad de textos llenitos de emociones para que tu corazón se ensanche de sensaciones como la tristeza, la alegría, el asombro, la felicidad, entre otros.
Al recorrer las páginas de los libros descubres cómo acompañar a los niños y niñas, desde sus primeros años a tramitar sus distintas emociones y a comprenderlas para la vida. ¡Recuerda que cada momento vivido con un buen libro es la posibilidad de descubrir y aprender! Para los adultos y los niños.
En esta oportunidad queremos recomendarte la lectura de estos cuatro libros: Feliz de Mies van Hout, El Libro enfadado y el Libro que tiene miedo de Ramadier & Bourgeau, Que aburrimiento de Henrike Wilson, Tengo miedo de Ivar Da Coll y Vacío de Anna Llenas.
De la mano de estos libros podrás conversar y reírte del llanto, los gritos, el aburrimiento y el miedo, entre otras emociones propias de la infancia. Las historias que enfrentan sus personajes, servirán de espejo a los pequeños para comprender que sus sentimientos y emociones se pueden expresar, que no hay que temerles ni mucho menos negarlas por el hecho de ser niños o niñas valientes o miedosos.
El juego y la creatividad son aliados al momento de presentar éstos u otros textos a los niños, teniendo en cuenta que, a su edad, las emociones son vitales para comprender el mundo que habitan, por eso si se hace de la lectura un momento significativo les llevará a creer en sus propias capacidades.
Estas historias pueden leerse, cantarse o recitarse, así pasamos por el cuerpo cada emoción hasta llevarla a la representación física y por ende a su comprensión, convirtiéndola en estrategias de lectura mágicas para cambiar de un estado emocional a otro por medio de la palabra, las rondas y el baile.
Leamos y cantemos para espantar la tristeza, juguemos para sentirnos acompañados o saltemos para liberar los miedos.