Celebremos a las más grandes superheroínas: conoce tres historias de mamás llenas de frescura y valentía
Las madres son compañía, protección, valentía, generosidad, cariño, seguridad y amor. Estos son algunos de los atributos que les damos a estas heroínas que, además, tienen el superpoder más especial de todos: dar vida.
En este mes tan especial, queremos celebrar y reconocer la historia de tres mujeres que han cuidado y amado a sus hijos con cada palabra, gesto y acción. Tres mamás que con frescura y valentía escriben un mejor presente y construyen un mejor futuro para sus hijos.
“El amor es estar pendiente”: Ana Isabel Avendaño Muñoz
Ana Isabel es madre de cinco hijos y trabajadora doméstica, pero lo más importante es que pese a sus ocupaciones diarias siempre logra estar presente para ellos cuando más la necesitan.
Su mayor deseo es verlos salir adelante y conseguir todo lo que, debido a circunstancias de su vida, no pudo alcanzar. Quiere que todos terminen el bachillerato y que se conviertan en profesionales para que tengan la oportunidad de perseguir sus pasiones y construir su propio camino.
Para Ana Isabel, la alimentación y la educación son dos de las prioridades más importantes en su vida. Cada mañana lo primero que hace al levantarse es prepararles el desayuno a sus hijos. Así se asegura de que tengan la energía necesaria para vivir un nuevo día en el colegio.
Aunque a diario hace todo lo posible para que sus hijos estén bien, hace unos meses la menor de los cinco, Luz Milagros, presentó una talla menor de la indicada para su edad, una señal de desnutrición infantil. Debido a esta situación, Ana Isabel buscó alternativas y encontró la posibilidad de hacer parte del programa de Solo Vida Fundación para recibir un paquete de alimentos mensuales para su familia. Es así como ha logrado preparar platos ricos en nutrientes para que su bebé siga creciendo fuerte y sana.
Definitivamente, y como dice esta supermamá, amor es estar pendiente y presente. Pendiente de que sus hijos hayan comido bien en el colegio, de que cumplan con sus obligaciones escolares y de redimir el cupo de sus alimentos mensuales para aportar a su salud y felicidad.
“Ser mamá es crecer de muchísimas maneras”: Ruth Gisella González Gallego
Ruth teje, siempre teje. Desde niña aprendió de su abuela el arte de la confección y hoy trabaja en casa con un par de máquinas de coser. Pero más allá de prendas y telas, todos los días hila un lazo fuerte con sus dos hijos.
Durante varios años trabajó en una empresa de confección, pero más adelante tuvo que retirarse para cuidar a sus hijos. Repite que ser mamá es duro para ella y para todas, y que ha visto como muchas tienen que renunciar a su trabajo.
Es por esta razón que Ruth empezó a tejer una red de apoyo en su vida. Ser mamá no es fácil y a veces se necesita de la ayuda de otros. Confía en sus allegados, en sus hermanos y en sus sobrinos, pues sabe que siempre están dispuestos a brindarles apoyo a ella y a sus hijos. También ha recibido el respaldo de otras madres que la han acompañado en su proceso y le han compartido consejos. Además, cuenta con la Fundación Éxito, que le ha dado la posibilidad de ofrecerle a su familia la nutrición adecuada, y con Solo Vida Fundación, que le ha prestado asesoría psicosocial.
Ser mamá también la ha transformado, pues a lo largo de su vida ha tenido que tejer fuerza y paciencia para sobrellevar las adversidades y vivir las bondades de criar a dos hijos. Al preguntarle de dónde viene esa fortaleza, responde que del amor y de la ternura de sus niños: cada abrazo y sonrisa le hacen sentir que puede enfrentarse a lo que sea.
Ruth quiere que sus hijos se sientan felices y amados, y espera que todo lo que hagan en el futuro sea desde un lugar de amor, pues para ella esa es la mayor victoria de ser madre.
“El amor de mamá es diferente al resto de los amores”: Luisa Fernanda Mosquera Valencia
Luisa Fernanda tiene una relación muy sana con la comida. Toda su vida ha sufrido de anemia, por lo que debe tener una dieta balanceada y rica en nutrientes para mantener los niveles óptimos de hemoglobina en su cuerpo. Es precisamente por eso que la alimentación de su bebé es su prioridad más importante. Con cada cucharada que le da a su hijo le entrega una dosis de amor inigualable.
Luisa no solo cocina en su casa, también tiene un negocio de postres que se ha convertido en un medio de sustento para su familia. Todas las tortas o ponqués que vende representan el esfuerzo que hace diariamente para suplir las necesidades de su hijo.
Además, para que ella y su bebé tengan una alimentación balanceada, son beneficiarios del cupo mensual que Fundación Éxito les entrega para que puedan redimir en paquetes llenos de alimentos nutritivos.
Luisa Fernanda, cada vez que tiene la oportunidad, va a sitios con internet para avanzar en su curso online de repostería. Gracias a él, además de descubrir nuevas recetas y sabores, aprende a cobrar lo justo por su trabajo.
El amor de una madre no se compara con ningún otro. Se ve reflejado en la nutrición que le da a sus hijos para que crezcan sanos, en el esfuerzo que hace para que tengan todo lo que necesitan y en el deseo de que se conviertan en personas autónomas y felices, capaces de escribir un futuro mejor.
¿La recompensa? Como dice Luisa Fernanda, “es ver al niño sonreír con esos cuatro dientecitos que tiene; eso es lo que le da alegría a mi vida”.
Historias como las de Ana Isabel, Ruth y Luisa son las que nos motivan a seguir trabajando por las madres que quieren un mejor futuro para sus familias, y por los niños y las niñas que merecen todas las oportunidades para crecer sanos y fuertes con El Poder de la Nutrición.